Aquagym: tipos y beneficios

Practicar ejercicio físico en el agua reporta interesantes beneficios para la salud. El agua es un medio perfecto para ponernos en forma, tanto física como emocionalmente ya que también tiene efecto relajante y terapéutico. Para sacar el máximo partido al ejercicio en el agua, y como alternativa a la natación, contamos con el aquagym (gimnasia y agua), una práctica muy completa. Entre los beneficios más apreciados del aquagym se incluyen el mejorar la flexibilidad, la coordinación, agilidad y la capacidad cardiorrespiratoria, así como aliviar las molestias de espalda o las provocadas por posturas incorrectas. También es una buena alternativa para prevenir trastornos como el estrés, la pérdida de confianza o la depresión. No olvidemos que el ejercicio físico es fuente de salud, con la saludable alternativa de zambullirnos en el agua.

Tipos de ejercicios

Los ejercicios de aquagym se centran principalmente en tonificar los músculos. Para algunos de los ejercicios en el agua se pueden utilizar pelotas, mancuernas, tablas o pesas. Podemos hablar de 3 tipos de ejercicios de aquagym:

  1. De alto impacto: Se basa sobre todo en ejercicios de saltos para perder el contacto con el suelo, siendo una excelente alternativa cuando queremos quemar calorías (un buen ejercicio para acompañar las dietas de adelgazamiento).
  2. De bajo impacto: Con el agua a la altura de los hombros. Un tipo de ejercicio consiste en arrastrar los pies por la superficie, con el objetivo de fortalecer músculos, ganar en flexibilidad y corregir las malas posturas. Al menos un pie siempre está en contacto con el suelo.
  3. Sin impacto: Con el agua a la altura del cuello. Se trata, por ejemplo, de ejercicios para mantener el cuerpo flotando en el agua. Son una buena alternativa para prevenir las molestias musculares, activar la circulación para prevenir las varices. Están especialmente recomendadas para las embarazadas.

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